A continuación, le indicamos cómo saber si está en una relación tóxica. Si algo de esto le suena familiar, es hora de hacer grandes cambios.
Ninguna relación es perfecta, en el ámbito personal o empresarial. Pero en su mayor parte, una buena relación te hace sentir seguro, feliz, cuidado, respetado y libre para ser tú mismo.
En el otro lado de la moneda están las relaciones tóxicas, las que te hacen sentir agotado y, a veces, incluso angustiado.
Ya sea que esté dirigiendo un negocio, trabajando con un socio, dirigiendo una organización o dirigiendo un equipo, lo último que necesita es una relación tóxica.
Aquí hay algunos signos que le ayudarán a reconocer una relación tóxica:
- Todo el tiempo toman, y nunca dan. Cualquier relación en la que experimentes retiros de energía sin depósitos te dejará en negativo.
- Sentirse agotado. Si, en lugar de sentirse feliz y productivo, siempre está mental, emocional e incluso físicamente agotado, es hora de volver a evaluar si merece la pena.
- Falta de confianza. Una relación sin confianza es como un coche sin gasolina: puedes quedarte en ella todo lo que quieras, pero no irá a ninguna parte.
- Atmósfera hostil. La ira constante es un signo seguro de una relación enfermiza. Nunca debes estar cerca de la hostilidad porque te hace sentir inseguro.
- Ocupado por el desequilibrio. Una relación unilateral nunca puede funcionar sin problemas.
- Juicio constante. En las relaciones de juicio, la crítica no pretende ser útil, sino menospreciar.
- Falta de confianza persistente. La confianza mutua es importante para generar una base sólida y es el núcleo de cualquier buena relación.
- Narcisismo sin parar. Si el interés de la otra parte en la relación es realmente un reflejo de sí mismo, es imposible lograr algún tipo de equilibrio.
- Cargado de energía negativa. Es casi imposible que algo positivo salga de una relación llena de negatividad.
- Falta de comunicación. Sin comunicación no hay relación.
- Falta de respeto continuo. El respeto mutuo es el primer requisito de una buena asociación.
- Tu pareja te evita o tú le evitas a él. Si pasan tiempo evitándose el uno al otro, eso le dice todo lo que necesita saber.
- Apoyo insuficiente. Si no pueden apoyarse el uno al otro, ¿hay alguna razón para tener una relación?
- Problemas de control constante. Si una persona te controla, o se está produciendo un tira y afloja constante, es probable que esté gastando demasiada energía en mantener una relación.
- Drama sin fin. Las buenas relaciones mejoran tu vida; no la hacen más complicada.

- Auto-traición persistente. Si cambia de opinión para complacer a otra persona, está en una relación perjudicial.
- Retos constantes. Todas las relaciones atraviesan desafíos, pero las buenas relaciones los superan.
- Tu pareja te recuerda constantemente que no eres digna de estar con él. Es algo perverso lo que hacen las relaciones negativas: te dejan con la sensación de que no mereces nada mejor.
- Sentimiento de estar atrapado. ¿Es la otra persona una fuerza positiva en tu vida o estás ahí porque no ves ninguna salida?
- Siempre socavando. Si una relación no puede ser tranquilizadora, está fallando en un eje fundamental.
- Simulación vacía. Las sonrisas no siempre significan que todo está bien.
- Lleno de incertidumbre. Cuando no hay nada seguro, el movimiento hacia adelante parece imposible.
- Lleno de envidia. Los socios nunca son iguales en todos los aspectos, pero eso debería ser una fuente de fortaleza, no de una envidia enfermiza.
- Escasez de autonomía. Cualquiera en cualquier relación debería tener derecho a decir que no.
- Estar con una persona que se hace la víctima. No puedes avanzar hacia el futuro si estás atado a alguien que todavía está atrapado en el pasado.
- Disminuye su autoestima. Cuando estás en una relación con alguien que no reconoce tu valor, puede ser difícil verlo tú mismo.
- Atado con deshonestidad. Cada mentira entre socios socava un poco la relación.
- Te hace infeliz. Si alguien te hace infeliz constantemente, te debes a ti mismo dejar ir a esa persona.
- Te sientes incómodo. A veces, tu mente necesita más tiempo para descubrir lo que tu corazón ya sabe.
- Reduce tus valores. Las relaciones tóxicas pueden hacer que comencemos a aceptar lentamente lo que antes no era aceptable.
- Sentirnos estancados. El crecimiento y el aprendizaje son vitales, y no puede permitirse el lujo de separarse de ellos.
- Tomar atajos. Nunca vale la pena tomar atajos en una relación o aceptar algo que sea de segunda categoría.
- Todo son críticas. Un aluvión incesante de críticas nunca ayuda a nadie a mejorar; no se trata de mejorar las cosas, sino de estimular el ego de quien critica y hacerte sentir que no vales nada
- Saca lo peor. Si constantemente estás siendo lo peor, no puedes ser tu mejor yo.
- No puedo hacer nada bien. Si no puede hacer nada bien, tal vez la relación esté mal.
Las relaciones son importantes, y una relación tóxica puede costarle tiempo y energía que podría utilizar en algo mucho más enriquecedor para usted.
Mantente fiel a ti mismo y a tus valores, escucha a tu corazón y sé fuerte si necesitas liberarte de una relación tóxica.